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Un estudio de GEICAM revela cambios genéticos en los tumores de mama hormonales
jueves 22 diciembre 2016Los tumores de mama en el momento del diagnóstico tienen un perfil genético que puede evolucionar cuando reaparecen y hacen metástasis. Cada vez se sabe más sobre dicha evolución. Un estudio que ha presentado el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama en colaboración con el Instituto de Oncología Vall d’Hebron (VHIO) y el Hospital Clínic IDIBAPS en el Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que estos días se celebra en Madrid, aporta más luz sobre las diferencias biológicas entre el tumor primario y la recaída. Se calcula que entre un 15 y un 20% de las pacientes experimentan una recaída tras años o décadas del diagnóstico inicial.
Como asegura el investigador principal de este trabajo, el doctor Juan Miguel Cejalvo, especialista del Hospital Clínic IDIBAPS de Barcelona, “si bien los subtipos moleculares intrínsecos del cáncer de mama suelen mantenerse a lo largo del tiempo, sobre todo los denominados basal-like o triple negativo, hay algunos otros subtipos como el luminal A en los que se aprecia una gran variabilidad. En nuestro estudio el 55% de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama luminal A en el tumor primario evolucionaron a un perfil más agresivo (luminal B o HER2 enriquecido) cuando la enfermedad se reactivó con metástasis”.
La clasificación molecular establece cuatro tipos de cáncer de mama: los que tienen receptores hormonales (luminal A, luminal B), los que sobreexpresan la proteína HER 2 y los triple negativo, que no expresan receptores hormonales ni HER2. Estos últimos son los de peor pronóstico.
El estudio GEICAM presentado en Madrid se realizó con el objetivo principal de analizar las diferencias biológicas entre el tumor primario y la metástasis analizando la expresión de 105 genes en una cohorte de 123 pacientes con cáncer de mama, que incluía pacientes del estudio GEICAM/2009-03 ConvertHER, con muestras pareadas del tumor en los dos momentos de la enfermedad, el inicial y el avanzado. Se sabe que en el intervalo entre ambos momentos las células, explica este experto, “se encuentran en un periodo que denominamos de dormancia (dormidas) formando micrometástasis y es precisamente entonces cuando lo más probable que hagan sea evolucionar a un fenotipo más agresivo”. “Vimos”, continúa, “que las lesiones metastásicas presentan una mayor expresión de genes relacionados con la proliferación y menor de genes epiteliales y luminales en comparación con el carcinoma cuando se detectó por primera vez. Además, comprobamos que cuanto más tiempo había transcurrido desde el diagnóstico inicial a la recaída, mayor era el cambio en el perfil biológico del tumor”.
Dado que la biología tumoral puede cambiar entre el tumor primario y la metástasis, el doctor Cejalvo asegura que lo más conveniente es biopsiar la enfermedad metastásica para obtener información de sus características y poder ofrecer a las pacientes un tratamiento adecuado, más eficaz y personalizado, según su perfil biológico. “Es esencial conocer el proceso biológico que se produce en las células y cómo evoluciona porque eso nos ayudará a identificar nuevas dianas terapéuticas y poder desarrollar fármacos específicos con los que hacer frente a estas células y así evitar o frenar el desarrollo de las macrometástasis y, por tanto, evitar las recaídas”.