El cáncer de mama es, posiblemente, el tumor maligno más conocido y uno de los más frecuentes. Cada año en España, más de 32.000 mujeres son diagnosticadas con este tumor conocido por los especialistas como “carcinoma de mama”, ya que se desarrolla a partir de un tejido de origen epitelial. Al igual que la mayoría del resto de tumores, está formado por un grupo de células cancerígenas o malignas que se multiplican sin control y pueden extenderse a otros órganos o tejidos vecinos o situados en zonas distantes del cuerpo. Normalmente, los tumores que se originan en la mama suelen aparecer en forma de lesiones más o menos bien definidas, lo que favorece su control local mediante cirugía.
El cáncer de mama se puede dividir en varios tipos en función de las características de las células de la mama a partir de las cuales se desarrolla y también, en función del grado de extensión de la enfermedad y de su evolución a lo largo del tiempo.
La mayoría de estos tumores se originan en el tejido glandular de la mama, que está formado por los lobulillos, glándulas donde se produce la leche, y los conductos galactóforos, que son los conductos encargados de transportarla hasta el pezón durante la lactancia materna. Estos cánceres son de origen epitelial y se denominan carcinomas. Otros tipos de tumores menos frecuentes se desarrollan a partir de células con un origen diferente, como músculo, grasa o tejido conectivo, denominándose sarcomas. En algunas ocasiones, el tumor puede estar compuesto por células de distinto origen.
Los tres tipos de tumores más frecuentes son: carcinoma ductal invasivo o infiltrante (CDI), carcinoma lobulillar invasivo o infiltrante (CLI) y carcinoma ductal “in situ” o carcinoma intraductal (CDIS). El carcinoma ductal abarca la inmensa mayoría de los casos (70-80%), mientras que el carcinoma lobulillar, el segundo más habitual, representa entre el 5% y el 7% de los casos.
Es el tipo más común de cáncer de mama, suponiendo aproximadamente el 80% de los casos. Se desarrolla a partir de células de origen epitelial (carcinoma) que revisten por dentro los conductos galactóforos (ductal) y se denomina invasivo o infiltrante porque se ha extendido hacia los tejidos de la mama que lo rodean. Al ser un tumor invasivo, tiene la capacidad para diseminarse hacia los ganglios linfáticos y otras zonas del cuerpo. También es el tipo más frecuente de cáncer de mama en los hombres.
Representa alrededor del 10% de los casos. Al igual que el carcinoma ductal invasivo, se desarrolla a partir de células de origen epitelial (carcinoma) pero en este caso en los lobulillos (lobulillar), y también se ha extendido hacia los tejidos de la mama que lo rodean (invasivo o infiltrante). Este tipo de cáncer puede afectar a mujeres de cualquier edad, aunque tiende a aparecer en mujeres de mayor edad que el carcinoma ductal invasivo, alrededor de los 60 años.
Es el tipo más frecuente de cáncer de mama no invasivo. Si tenemos en cuenta el nombre, de forma similar al carcinoma ductal invasivo, se desarrolla a partir de células de origen epitelial (carcinoma) que revisten por dentro los conductos por donde circula la leche (conductos galactóforos) hacia el pezón (ductal), pero a diferencia de éste, todavía no se ha extendido hacia los tejidos de la mama que lo rodean (in situ) y por lo tanto, no tiene capacidad para propagarse fuera de la mama (hacia los ganglios linfáticos u otros órganos o tejidos distantes). Supone un factor de riesgo para volver a presentar un carcinoma ductal in situ o para desarrollar un carcinoma invasivo. Su incidencia ha aumentado en los últimos años.
A continuación vamos a hablar de otros tipos de cáncer de mama desde el punto de vista molecular que se diagnostican con menos frecuencia:
En la última década se han hecho muchos esfuerzos para complementar la clasificación morfológica del cáncer de mama con parámetros moleculares, que pueden proporcionar un mayor conocimiento sobre los distintos tipos de cáncer de mama y su evolución, para mejorar las estrategias de tratamiento dando lugar a la aparición de las conocidas como terapias diana.
La traducción del análisis molecular en la práctica clínica para complementar las características morfológicas e inmunohistoquímicas, analizadas por los patólogos a través del microscopio, es crítica.
Los subtipos identificados en función del análisis molecular incluyen: